El pasado viernes 28 tuvo lugar el Encuentro de Lectura Frómista para charlar sobre la novela “El asesinato del sábado por la mañana” de la escritora israelí Batya Gur, fallecida en 2005. Nacida en Tel Aviv, descendiente de supervivientes del Holocausto, Gur fue doctora de Literatura en la Universidad Hebrea de Jerusalén, articulista del periódico Haaretz y, sobre todo, la Agatha Christie israelí. La media docena de novelas policiacas que, a partir de 1988, escribió con Ohayon como protagonista, son un estupendo retrato del país de la estrella de David.
Desde la primera entrega, El asesinato del sábado por la mañana, a la última, Asesinato en directo, pasando por la más conocida, Asesinato en el kibbut, Ohayon se enfrenta una y otra vez a submundos particularmente cerrados en el seno de la sociedad israelí (los psicoanalistas, un kibutz, un campus universitario, los musicólogos, los yemeníes, la televisión) y debe esforzarse por romper sus reglas de omertá. Relato tras relato, el investigador levanta acta de los recelos mutuos que subyacen entre los diversos grupos étnicos y culturales del variopinto Israel.
Os dejamos algunas de las reseñas escritas por los compañeros de lectura y os animamos a leer y participar en nuestro Club de Lectura.
Alfonso,
A mí el libro me ha gustado, en una primera parte nos introduce en el mundo del psicoanálisis a través del viejo profesor y mentor de la víctima, una parte quizás un poco espesa pero muy interesante para comprender lo que vendrá después, sobre todo las denominadas «transferencias».
El libro fue publicado hace 25 años y ya da muchas pistas del devenir del Israel de entonces hasta el de hoy, es lo que yo he llamado información periférica y son pequeños detalles que la autora introduce, a mi modo de ver, deliberadamente.
Utilizando como guía por el Jerusalén de entonces a su personaje protagonista, Michael Ohayon, inspector de policía divorciado, padre de un hijo, el cual pasa con él algunos días, absorbido por el caso (el inspector) no puede dedicarle toda la atención que quisiera, la autora, a través del chico, nos dice que tiene que estudiar para un examen de estudios bíblicos, podría haber escogido cualquier otra asignatura, pero menciona esa, a eso es a lo que me refiero con la información periférica.
También el inspector pasa en coche por el barrio ultraortodoxo de Jerusalén hace un comentario para sí mismo sobre esas mujeres eternamente embarazadas y esos hombres con sus sombreros y tirabuzones que se dedican exclusivamente a estudiar la Torá.
Lo más relevante de esta información, en mi opinión, es el tema policial, hay mucha prepotencia y sobre todo café y cigarrillos, no recuerdo un libro donde se fume tanto y se beba tanto café. También me llamó la atención la situación en la que queda el jardinero palestino que tiene la desgracia de encontrar el arma y que sabe desde ese momento que su vida ya no va a volver a ser la misma, residente en el inmenso campo de refugiados de Nablus (creo) basta un pequeño interrogatorio para darle a entender que ya tienen algo contra él y que va a ser reclutado como informador, con las consecuencias que eso conlleva para él y los suyos.
Y sobre todo el piso, ese piso que a la vecina le recuerda al Berlín de los años 30, donde se mueven los muebles en cualquier momento de la noche, ese piso en el que hasta un alto mando del ejército israelí tiene miedo de entrar (llevadme al barrio ruso dice mientras suben las escaleras) un lugar donde los derechos de los «detenidos» se quedan en el rellano.
Todo esto y otras cosas más (Sabbath, servicio militar) creo que no eran necesarias para el desarrollo de la trama, pero Batya Gur nos las quiere contar.
En definitiva, una buena trama, un buen libro y una escritora a seguir.
Carmen,
Yo la definiría más como una novela de misterio que novela negra. La falta de diálogos contribuye a que la lectura se haga más pesada y lenta (mejor en la segunda parte).
Me ha gustado la descripción del mundo del Psicoanalistas y sus gentes. Al final, como cualquier organización, hay alianzas, rivalidades, pequeños odios y envidias por mucha teoría que luego utilicen con sus pacientes.
Interesante, sin haberme encantado.
Marisol,
Me ha gustado mucho la forma en que la autora da a conocer algunas particularidades de la vida en Israel, como si formaran parte de la trama, aunque no era necesario en absoluto para su desarrollo.
En general me ha parecido un libro muy interesante y bien escrito que no se me ha hecho pesado y que me deja con ganas de leer otros libros de la autora.
Mercedes:
Suscribo todo lo aportado, tanto por Alfonso en este medio, como por Puri en el directo.
Me parece una novela repleta de originalidad que me ha enganchado muchísimo y me ha abierto la posibilidad de conocer a esta autora y la necesidad de seguir buceando en su obra.
Es cierto que la trama podría haberse resuelto sin tanta información; pero, no hubiera sido tan edificante.
Y la próxima lectura “Paraíso Inhabitado” de la escritora Ana María Matute.
